Impón la veda a todo aquello que tu corazón desdeñó, nadie te va a aconsejar mejor.
Nadie soy para aconsejarte. Nada me otorga ese derecho y en nadie me convierte mi delicada situación actual. Mis reflexiones no merecen más importancia que la que tu quieras darles. Si decides no prestarles ninguna atención, entonces seguiré siendo aquel nadie que para ti nunca existió. Si de algo te sirven, en cambio, podré decir que con mis letras emigré de la nada y pude ser, para ti, ese alguien que, aunque fuera en poco, en algo te ayudó.
Si alguien te impone arengas que impiden claramente tu bienestar no aceptes su encargo sin vacilaciones, averigua primero si en sus intenciones se amaga el egoísta querer o el altruista amar y después decide y haz lo que tengas que hacer.
Sé siempre consciente que aquel que te halaga en demasía puede encubrir en lo que con sus lisonjas te pide una exigua, interesada y breve inspiración.
Y, como en un seísmo que en el destruir construye, con su renacer mi visión me mostró unos mundos donde el sufrir termina y la pena huye, donde las almas dejan su alacena y vuelan, donde los corazones ondean sus banderas con calmas canciones, con largas esperas sin cargas ni oscuros reversos, con puros y románticos versos que se disfrazan de prosa para amagar sus cánticos, y que en su ondulado viaje cazan los sueños para venderlos a sus dueños con la amorosa percepción de aquel paisaje donde la amada espera al enamorado, donde tu única religión reza para tenerla siempre a tu lado.
Permite que tus sentidos actúen como esponjas, porque con cada sensación que filtren para impregnar tu esencia decorarán tu dicha con inestimable delicadeza.
El amor podrá confundirse con muchas cosas, seguro, pero nunca con la ambición de un status. Vivir en el lujo te puede conllevar una seguridad en muchos campos, pero si en tu corazón no se implanta el amor hacia tu pareja a tu equilibrio emocional le pueden pasar dos cosas: que se vuelva frío como el hielo y decida buscar lo que no hay en casa afuera o que se torne frágil y termines sintiendo que vives en una prisión de oro.
El querer no fía, el querer entrega sus complacidos afectos y aunque en su sustento precisa, niega con firmeza la exigencia de contraprestaciones.
En nuestro interior, en nuestra esencia o quizás en nuestra personalidad, en nuestra suerte y un poco en nuestro sino,... en todos ellos o en alguno, en cada uno o en ninguno se halla esa fuerza misteriosa que acaba dominando el maravilloso campo sentimental donde se siembran nuestros cariñosos alimentos...
Los rectos raquitismos bañados de amarga tristeza nunca ganarán un envite a la soportable calma calada de contento.
Si encuentras el exquisito nexo entre hacer el amor y practicar el sexo descubrirás como el orgasmo puede llegar a conmocionar tu agitada alma.
Mas esa lucha no debe darse por concluida con la satisfacción de haber conseguido amar y ser amado. Cuando piensas haber encontrado la pareja definitiva y empiezas a proyectar y a desarrollar una familia para tu anhelada eternidad descubres que la vida no te deja hacerlo fácilmente. Y es entonces cuando, si de verdad eres un poco ambicioso, debes procurar enfrentarte a ella para mantener, e incluso enriquecer, aquello que posees y que, mientras dura, te otorga una buena parte de la armonía imprescindible para vivir en equilibrio. Debes pleitear, así, con todas y cada una de las trabas que la supervivencia actual te presentará y solo así conseguirás, tanto en los triunfos como en las derrotas, fortalecer ese amor el máximo tiempo posible. Y ese litigio no es cosa de uno, es cosa de dos: hombre y mujer deben implicarse en la totalidad de disputas que la vida en pareja y la familiar conllevan y deben hacerlo, aunque en el resultado las posibilidades de cada uno impliquen niveles de contienda diferentes, con el máximo de esfuerzo en las dos partes y a la vez abarcando ambos cuantos más ámbitos mejor. Porque en el amor, como en muchas otras cosas, el acomodo por creer que ya está todo conseguido conduce más a perder que a mantener. Como tampoco sirve el traspaso de responsabilidades: él ya se ocupa de todo, ella lo hace mucho mejor; ni puede ser válido el eterno reparto de tareas importantes: tú ganas el dinero y yo me ocupo de los niños. Y es que el amor no es estúpido y, consciente de su inmensa valía, nos exige un pago diario para la manutención de su pureza. Así, hombre y mujer debemos asumir plenamente los dos principales roles que el querer que nos une nos ofrece: amador y amado y amadora y amada. Porque todos sabemos que resulta muy fácil recrearse en el recibo e ir olvidando el deber de dar y nosotros afirmamos que aquellos que en el egoísmo se satisfacen sin querer satisfacer van segando poco a poco el amor hasta llevarlo irremediablemente a su destrucción. Esta condición, por sí misma, ya conlleva un reto difícil de alcanzar, pero nuestra factura comporta muchos otros requisitos y acaba siendo tan larga y complicada de liquidar que muy pocas parejas consiguen llegar al final de su vida habiendo mantenido encendida la misma llama que surgió en el origen de su amor.
PENSAMIENTOS
Soy parte de la vida de aquellos que tienen amigos, porque tener amigos es ser Feliz.
Soy parte de la vida de aquellos que viven rodeados por personas como tu, pues vivir así es ser Feliz.
Soy parte de la vida de aquellos que creen que ayer es pasado, mañana es futuro y hoy es un regalo, por eso es llamado presente.
Formo parte de la vida de aquellos que creen en la fuerza del Amor, que creen que para una historia bonita no hay punto final.
Yo estoy casada ¿sabían?... Estoy casada con El Tiempo.
Ah... ¡mi marido es lindo!
Él es responsable de la solución de casi todos los problemas.
Él reconstruye los corazones, él cura heridas, él vence la Tristeza...
Juntos, El Tiempo y yo tuvimos tres hijos:
La Amistad, La Sabiduría y El Amor.
La Amistad es la hija mayor. Una muchacha linda, sincera, alegre. Ella brilla como el sol.
La Amistad une a las personas, nunca pretende herir, siempre consolar.
La del medio, es La Sabiduría, culta, íntegra, siempre fue la más apegada al padre, El Tiempo. ¡La Sabiduría y El Tiempo andan siempre juntos!
El menor es El Amor. ¡Ah, cuánto trabajo me da! Es terco, a veces sólo quiere vivir en un lugar... Yo vivo diciendo: Amor, fuiste hecho para vivir en dos corazones, no en uno.
El Amor es complejo, pero es lindo, ¡muy lindo! Cuando él comienza a hacer estragos y perjuicios yo llamo a su padre y pronto El Tiempo sale a cerrar todas las heridas que El Amor abrió.
Una persona muy importante me enseñó una cosa:
Todo final siempre es verdadero; si todavía no conoce su verdad, es porque no llegó el final.
Por eso, cree siempre en mi familia. Cree en El Tiempo, en La Amistad, en La Sabiduría y principalmente en El Amor. Y con seguridad un día, yo, La Felicidad, golpearé a tu puerta...
Ten Tiempo para los Sueños... ellos conducen en su carruaje hacia las Estrellas.
CUENTOS SUFÍS
Una mujer salió de su casa y vio a tres ancianos con largas barbas blancas sentados al frente de su casa.
No los reconocía, Dijo "creo que no los conozco pero deben de estar hambrientos!!, Por favor entren y tengan algo de comer".
"Esta el hombre de la casa dentro preguntaron?".
"No", dijo ella. Él esta fuera.
Entonces no podemos entrar, replicaron.
Al anochecer cuando su esposo llegó a casa, le contó lo que había ocurrido. "Ve a decirles que estoy en casa e invítalos a entrar".
La mujer salió e invitó a los hombre a entrar. "Nosotros no entramos a la casa juntos", replicaron.
¿Por qué?, Quería saber ella.
Uno de los ancianos explicó: "su nombre es Riqueza", dijo señalando a uno de sus amigos, y luego dijo señalando al otro, "el es Éxito y yo soy Amor". Luego agregó: ahora entra a tu casa y conversa con tu esposo sobre a cual de nosotros quiere en su casa.
La mujer fue y le contó a su esposo lo que le había dicho. Su esposo estaba encantado! Qué bonito!, Dijo.
Ya que este es el caso invitemos a la Riqueza, déjalo entrar y que llene nuestra casa de Riqueza.
Su esposa no estaba de acuerdo.
Querido por qué no invitamos a Éxito.
Su nuera estaba escuchando desde el otro lado de la casa. Saltó con su propia sugerencia: No sería mejor invitar a Amor, nuestra casa se
llenaría de Amor.
Escuchemos el consejo de nuestra nuera dijo el esposo a su esposa. Ve e invita a Amor para que sea nuestro invitado. La mujer salió y le pregunto a los tres ancianos. ¿Quién de ustedes es Amor?, Por favor entre y sea nuestro invitado.
Amor se levanto y empezó a caminar hacia la casa. Los otros dos también se levantaron y lo siguieron.
Sorprendida, la señora le pregunto a Riqueza y a Éxito; sólo invite a Amor ¿Por qué vienen ustedes?.
Los ancianos replicaron juntos "si tu hubieras invitado a la Riqueza o al Éxito, los otros dos de nosotros nos hubiéramos quedado afuera, pero como invitaste al Amor, entraremos juntos, pues dondequiera que él vaya, nosotros le acompañamos. Donde quiera que haya Amor, también habrá Éxito y con él la Riqueza.
Amar es una actitud interior
REFLEXIONES
Muchas personas creen que es fácil amar y que solo necesitan encontrar a alguien quien amar. Peor aún, piensan que el problema está afuera y que lo que necesitan, es hallar a alguien que los ame.
El amor, siendo algo tan importante, pensamos que hay que dejarlo a la deriva, que ya se aparecerá el hombre o la mujer de mi vida.
Lo curioso, es que no operamos de la misma forma en otros ámbitos.
Por ejemplo, si quieres ser el mejor estudiante de tu clase, sabes que no lo dejas a la deriva. Cuestionas, investigas y pruebas formas de estudio para aprender y ser el mejor.
Si quieres ser el mejor bailarín de salsa, tienes que experimentar, equivocarte muchas veces y quedarte con tus mejores pasos.
Y en el amor, que es la meta que muchos anhelamos, creemos que solo debemos acostarnos en la hamaca y mecernos. El amor llegará por si solo.
Pensar que solo necesito una persona por la que sienta amor, equivale a pensar que voy a ser un magnífico guitarrista sin estudiar los principios básicos para tocarla, y que solo necesito la mejor guitarra. Y cuando la tenga… ¡voy a tocar el Concierto de Aranjuez!
Ilógico ¿verdad?
En el amor, primero tienes que comprender los principios básicos y la naturaleza humana.
¿Por donde empiezo José? Debes empezar por ti. Muchas veces juzgas a tus candidatos o parejas, por lo que has observado en tu familia. Por ejemplo, piensas que si tu papá trata mal a tu mamá, es así en todas las relaciones. Y por eso dices que el matrimonio no es para ti. Si tu tía Juana te dice “Mira cariño, los hombres únicamente buscan acostarse contigo” vas a ir con esa cruz y con esos lentes vas a ver a todos los hombres.
“Mira hijo, las mujeres son interesadas, con dinero ¡confites!” y como hombre, piensas que las mujeres solo piensan en tu billetera. Si tienes una baja autoestima, producto de la falta de atención de tus padres desde la niñez, vas a ir a una relación con la etiqueta de que no mereces ser amada, inconscientemente te saboteas, y cuando un hombre te trata bien, piensas que tiene muy mal gusto por haberte elegido ¡y lo acabas dejando! Eres hija del pasado, no cabe duda…
También, la falta de autoestima, hace que no desees pelear con tu pareja “para que vea que soy un amor” lo que no sabes, es que al no conversar acerca de las diferencias, estas se van acumulando en un “rinconcito” invisible que llevas a tus espaldas y ocurre que un solo problema menor, hace que ya no soportes la carga, le arrojas el costal a la cara ¡y le lees la lista de navidad!
Tu pareja se quedará sorprendida por el pequeño problema por el que te enfadas. No es el pequeño problema. Es el cúmulo de todos, y que con uno más ya no aguantas. Es la gota que... ¡colma el vaso!
Pero también puede ocurrir que tengas tu saquito, y que tu pareja ni siquiera te de la oportunidad de arrojárselo. Se va de tu vida antes ¿por qué? Te guste o no, los problemas son la sal de la vida. Si no hay diferencias y diálogo (en el diálogo ambas partes deben estar dispuestas a escuchar), tu pareja se aburre, no encuentra ninguna emoción en ti, ya que a todo dices “si” y se va ¡pero si yo le aguantaba todo! me vas a decir. No debiste hacerlo. Tu pareja te hubiera agradecido más que le dijeras lo que no te gustaba de la relación, para que trabajaran juntos en ella.
Por eso, debes ir al encuentro del amor con total apertura ante la vida. Debes liberarte de las cadenas de las experiencias del ayer. Porque si juzgas con los lentes del pasado a tus parejas, no te permitirán apreciar la gran oportunidad que tienes en estos momentos ante ti.
Dicen que, de vez en cuando, pasa un centímetro cúbico de la suerte delante de nosotros. Que debemos estar alerta para que, cuando este aparezca justo delante de nuestros ojos, atraparlo y no dejarlo ir.
Alguna persona decía que no ha vivido 15 años, sino que ha vivido el mismo día durante 15 años.
Y tú ¿Has vivido 10 relaciones diferentes o la misma relación 10 veces? Porque si repites una y otra vez las mismas experiencias, significa que hay algo en ti que tienes que liberar. Significa que juzgas a las personas con tus experiencias del ayer. Ábrete a la posibilidad, desde el fondo de tu corazón, de que esa persona puede ser diferente. Y conócela. No trates de ver características de otras parejas en ella.
Por ejemplo, tuve una novia que quise mucho. Pero tuvo muchas parejas antes que yo, ella me veía a la luz de sus experiencias del ayer. En cierta ocasión le di un regalo, de improviso. Y me dijo “me da la impresión de que eres como mi ex novio Jorge, él me quería comprar con obsequios” ¿¿?? Fue la cara que puse. Yo siempre he querido que una mujer me aprecie por lo que soy. No comprarla con regalos, porque no sería un amor sincero.
Me quedaba claro que me veía con los lentes de sus experiencias pasadas. No se había ocupado en conocer al verdadero José.
El colofón llegó cuando, semanas antes de terminar, me dijo “mi ex novio Alberto me dijo que por él no había problema, que aunque tuviera novio (yo) podíamos seguirnos viendo, tener intimidad…” Bueno, yo asumí que había “rechazado” esa proposición indecorosa y que por eso me lo estaba compartiendo.
Aunque ahora me queda la duda de si la rechazó. Cuando terminamos ¿Qué crees? Me dijo “te propongo que nos veamos cuando tengamos ganas” lo que para mi traducido era “quiero verte cuando tenga ganas”, pero cuando siguió hablando… ¡me quedé estupefacto! ¡me estaba haciendo exactamente la misma proposición indecorosa que su ex novio Alberto le había hecho a ella!
Guardé silencio. No respondí nada. “Bueno, si tu quieres…”. Seguí sin responder nada. Estaba decepcionado. Comprendí que ella nunca me había conocido como soy. Estaba tan ocupada en sus problemas y sus deseos egoístas nacidos en el ego, que nunca me conoció. Si lo hubiera hecho sabría de antemano que esa proposición indecorosa me era inaceptable. Mi novia lo tiene todo. Mi amiga… mi amistad.
Obviamente rechacé su oferta.
Moraleja: tienes que cambiar desde el fondo de tu ser. Dejar de juzgar a tus parejas o candidatos por características físicas del hombre ideal, que son más producto de la mercadotecnia que de la realidad. Deja de ver experiencias del pasado en tu relación de hoy. Una persona puede tocar tu alma y no tiene nada que ver con tu tipo de hombre o mujer ideal. Tampoco, con las malas experiencias del ayer.
Tiene que ver con la sintonía de dos almas que se encuentran y se reconocen. El cuerpo es solo un vehículo. Y cuando limpies tu alma de bloqueos, verás la vida como es y a tus parejas como son. Verás a las claras sus defectos y sentirás amor por ellas.
Comprensión e interés sincero por la vida de tu pareja, es esencial para experimentar el amor verdadero.
Si dominas este arte, serás como un guitarrista que no importa la guitarra que tenga entre sus manos ¡hará salir de ella melodías de ángeles!
Muchas de nuestras parejas que rechazamos por razones superficiales, fueron aceptadas y son felices con otras personas que las ayudaron a afrontar sus miedos y sacaron música de ellas. No sabías que el problema era tu falta de habilidad para extraer las mejores melodías de su corazón.
Ya lo sabes. De ahora en adelante, quítate los lentes oscuros, libérate de las cadenas del pasado ¡y extrae las mejores canciones del corazón de tu pareja! Y recuerda... “La bondad no se puede dar, ya que siempre te la devuelven”.
***
Seguimos trabajando para que surja una nueva y verdadera humanidad, para liberar al ser humano de su propia mezquindad y de sus estúpidas ambiciones. Trabajamos para que en ti surja una inteligencia que no esté trabada por el temor ni por el anhelo de seguridad, placer o poder.
Fuente: http://www.proyectopv.org
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